Alcorcón, 13 de febrero de 2019.
Ante la mirada atónita de la ciudadanía de Alcorcón, el
alumnado y profesorado del CEIPSO Miguel de Cervantes,
cruzó el centro de Alcorcón para reivindicar un 8 de
marzo permanente. Sin duda, un día histórico para el centro
Alcorcón, 13 de febrero de 2019.
Ante la mirada atónita de la ciudadanía de Alcorcón, el
alumnado y profesorado del CEIPSO Miguel de Cervantes,
cruzó el centro de Alcorcón para reivindicar un 8 de
marzo permanente. Sin duda, un día histórico para el centro
Alcorcón, 13 de febrero de 2019.
Ante la mirada atónita de la ciudadanía de Alcorcón, el
alumnado y profesorado del CEIPSO Miguel de Cervantes,
cruzó el centro de Alcorcón para reivindicar un 8 de
marzo permanente. Sin duda, un día histórico para el centro
Alcorcón, 13 de febrero de 2019.
Ante la mirada atónita de la ciudadanía de Alcorcón, el
alumnado y profesorado del CEIPSO Miguel de Cervantes,
cruzó el centro de Alcorcón para reivindicar un 8 de
marzo permanente. Sin duda, un día histórico para el centro
Alcorcón, 13 de febrero de 2019.
Ante la mirada atónita de la ciudadanía de Alcorcón, el
alumnado y profesorado del CEIPSO Miguel de Cervantes,
cruzó el centro de Alcorcón para reivindicar un 8 de
marzo permanente. Sin duda, un día histórico para el centro
Una historia de película
Recordando con un toque de humor
Gran historia
La tía Paca
Mi bisabuela Inés murió en octubre de 1918, a los quince días de parir a su quinta hija por la mal llamada gripe española.
Dejó a su marido con cinco hijas, huérfanas de madre. Él se llamaba Federico, era herrero.
Consiguió sacar a todas ellas adelante. Vivían en un pequeño pueblo de Guadalajara.
Pasaron por una guerra civil en la que se enfrentaban hermanos contra hermanos, vecinos contra vecinos, amigos contra amigos. Luego llegó la posguerra, en la que lucharon por salir adelante en un país destrozado.
Cuatro de ellas sacaron familias grandes adelante, en una España en plena dictadura.
Tres de ellas, entre las que estaba mi abuela, llegaron a ancianas y murieron rodeadas de sus hijos, nietos y bisnietos.
Pero aquella niña, que pario mi bisabuela en octubre de 1918, todavía vive. Se llama Paca, la tía Paca para todos, tiene 101 años, vive en una residencia (muy bien cuidada) rodeada de señoras de su pueblo con las que compartió su vida, y hoy os puedo contar que acaba de pasar el Coronavirus completamente asintomática.
¡Qué fuerte!: ni la pandemia con la que nació ni la actual han podido con ella .
Nuestra historia empieza así: tenemos dos hijos de 4 años y de 2. Llegamos el 25 de diciembre de 2019 y con la paga de mi esposo pagamos una habitación e hicimos frente con comida gastos de medicina y todo lo que ello genera. Dormimos en una cama de matrimonio los 4. Pensábamos cuando llegamos en arreglar documentos y buscar trabajo, pero resulta que la salud de mi esposo se ve muy deteriorada. Él tiene un EPOC, diabetes y la presión alta. Se nos complicó un poco todo pero aquí vamos saliendo con lo poco adelante. Juntos damos muchas gracias por la ayuda que nos dan en nuestro menú diario y a Cáritas no sabemos cómo pagarles.
Nosotros somos una familia recién venida de Colombia en 2020. Nuestra vida en Colombia se hizo insoportable. Aunque teníamos trabajo no pudimos soportar la extorsión a que fuimos sometidos por grupos mafiosos. Ellos cada vez nos pedían más y más e incluso nos amenazaban con dañar a nuestra hijita. Es así que nos llenamos de valor y nos decidimos irnos a España para empezar de cero. En cuanto llegamos encontramos trabajo y alquilamos una habitación en Alcorcón. Pero apenas un mes llegó el Coronavirus y todo se ha complicado. Durante estos meses hemos dependido de la solidaridad de algunas personas.
En estos días nos ha salido trabajo en el campo, en otra provincia. Se nos abre una nueva posibilidad de construir un futuro seguro y en paz.